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Cultura Vampirica I




VAMPIROS en el FOLKLORE EUROPEO:

Los vampiros existen en el folklore de diferentes culturas del mundo desde hace cientos de años,
en China son monstruos de piel verde y cabello rosado y brillantes ojos rojos, en Grecia, mujeres
cuya parte inferior del cuerpo es una serpiente alada llamadas Lamia; en Japón son los Koomari,
La cabeza Penanggalang en Malasia. Estos son tan sólo los diversos 'vampiros' de las culturas
orientales, o lo que para estas culturas es un vampiro.

El vampiro al que conocemos e identificamos como tal, tiene sus orígenes en el folklore y
misticismo de Europa del Este, sin embargo, estos mitos fueron influenciados por los mitos
chinos y de otras partes de oriente, durante intercambios de materias con ellos, de este modo
se propagaron dichos mitos en la cultura de Europa del Este, principalmente en el área
correspondiente a los Balcanes en las culturas eslavas y las montañas Carpathian en Hungría y
Transilvania, lo que ahora se conoce como Rumania.

Los pueblos de estas regiones, creían que existían personas maldecidas que, una vez muertos, salían de sus tumbas durante la noche, para alimentarse de sus propios familiares o cualquier transeúnte de la localidad, su alimento por supuesto, era la sangre de los vivos.

Para librarse de los vampiros, la gente recurría a todo lo que estuviera a su disposición, se decía que el ajo los ahuyentaba y por ello colgaban racimos de ajo sobre las puertas, besaban un ajo antes de dormir y colgaban cruces sobre sus cabeceras. También decidían entretenerlos dejando caer sobre sus tumbas puñados de pequeñas semillas, pues se decía que tenían una fascinación por contar objetos, así que pasaban la noche contando las semillas y para cuando terminaban, el sol comenzaba a salir y debían regresar a sus tumbas.

Estos son algunos detalles de manera general en que coinciden los distintos mitos europeos, sin embargo, cada región tiene sus propias formas y variedades de vampiros. En la región de los Eslavos se da una de las mayores fuentes de mitos sobre los vampiros; ellos categorizaban a un futuro vampiro de acuerdo a ciertas características, por ejemplo, se decía que aquellos nacidos con una membrana o cola, es decir, cualquier deformidad física o bien nacido con un diente, dado que los recién nacidos no tienen dientes; también aquellos concebidos en determinados días y horas, aquellos que sufrieran una muerte violenta o fueran excomulgados, estaban condenados a ser vampiros y para evitar sus acechos se les dejaban caer puñados de semillas para entretenerlos contando o bien atravesar el cuerpo con estacas para evitar que salieran de la tumba.

Para destruirlos podían enterrársele estacas en el pecho, decapitarlos y colocar la cabeza entre las piernas, rociar la tumba con agua bendita e incluso exorcismos.

El "Vampiro" más famoso del mundo por obra de la literatura de horror, proviene de Rumania y allí, los mitos son variantes de los vampiros eslovacos, a estos se les llamaba Strigoi, los cuales se dividían en 2 tipos, los Vii y los Mort, los Vii eran brujas y hechiceros que eran capaces de separar sus almas de su cuerpos para encontrarse con las almas de otros Vii o Mort, algo similar al pandemonium de las brujas inglésas. Al morir estás bruja y hechicero, eran llamados Mort y volvían de la muerte para alimentarse de la sangre de los vivos hasta vaciarlos, eran entonces Vampiros.

Según el mito rumano, una persona se convertiría en vampiro si nacía con alguna deformidad física, si había sido mordido por un vampiro hasta casi vaciarlo de sangre, al morir se transformaría en uno de ellos, los que habían sido maldecidos por uno y aquellos que jugaban con la magia negra corrían el riesgo de ser un vampiro al morir, igualmente aquellos que sufrieran de una muerte no natural, serían vampiros.

Una de las formas que se tenían para detectar a los vampiros en la antigua Transilvania y sus alrededores más cercanos, antes de que estos despertaran y atacaran a la población, era llevar un caballo previamente bendecido por el sacerdote local, al cementerio y allí hacerlo pasar por sobre las tumbas, aquella tumba por la que el caballo se rehusara a pasar era donde descansaba un vampiro y procedían a enterrar una enorme estaca de madera en la tumba, en el área donde se intuyera estaba el pecho o el cuello.





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