Dulce es mi tortura
absoluta y sin piedad
recorre mi helada cavidad
en esta noche sin luna
sucumbe mi dolorosa realidad
arranca un gemido de mi garganta
donde el delicioso veneno de mi maldad
recorre su mortal alma
maldigo su incesante ternura
en ese olvidado lecho de rosas negras
siento esa melancolía que inunda
mi ultimo edén oculto en sus pupilas bellas
ya no puedo resistirme, ni quiero olvidar
su perfume que inunda mi atormentado soñar
esa sangre que perturba mis pensamientos
doloroso y acuciante, devora mis infiernos
ahora siento, ahora solo quiero
tomar su cuerpo indefenso y amarlo
hasta el final de los tiempos.
Autora: Arwen©

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