El estertor propio me despierta;
oscuridad a mi alrededor.
Ofendida por un tenue halo de
luz lunar sobre el marco de
mi ventana.
Frío, el breve aire que entra
mueve con sensual cadencia
las cortinas en un vaivén erótico,
que eriza mi piel.
Esa tenue luz es eclipsada
por una oscura nube, trayendo l
a penumbra sobre la tierra.
Pasajera, esclava de la
voluntad de Eolo, regresa
luminosidad pálida sobre
mi ventana.
<---Segunda parte del texto ---> La seda de mi cortina corta
una silueta desnuda, para
recorrerla como si le causara
placer tocar ese cuerpo perfecto.
Rozando piernas, pechos, pezones.
Detrás, un par de ojos castaños.
Me miran con:
Deseo.
Lujuria.
Codicia.
Parpadeo, ya no está; sobre
mi mullida colcha veo su cuerpo
desnudo avanzar hacia mí.
Como una leona que caza al
antílope, su cuerpo se prepara
para el ataque.
La tersura de sus carnes
me cobija, me envuelve su saliva
para vestir mi cuerpo,
y ríos carmesíes corren en
mi espalda,
Creados por las dagas que
emergen de sus dedos.
El dolor arquea mi espalda,
me veo reflejado en sus ojos,
que no dejan esa avaricia.
Se posa sobre mí, su vagina
envuelve con su tibieza mi
virilidad; primero despacio,
aumentando el ritmo
poco a poco.
Sus labios recorren mi oído,
pavimentando con saliva
y labial un camino hacia
mi cuello.
Y muerde, fuerte, precisa; con
la experiencia de miles de años.
Hilos bermellón fluyen de
sus labios, mientras se alimenta
de mí.
Sus uñas se clavan con mayor
fuerza en mi espalda, causando
graves heridas.
Pensar en que termine, jamás.
El placer de la mordida es
sórdido, morboso.
Se alimenta de mí, funde mi
alma con la suya en una mortal caricia.
Separa sus labios, de soslayo
veo aquellas dagas afiladas
manchadas de grana, que brillan
como plata ante la luz lunar.
Mi cuerpo parece carecer de vida,
con su índice se causa una
herida, bajo su pezón; dejando
correr sangre, su sangre, con la
que alimenta como una madre lactando
a su bebe.
Sus manos recorren mi cuello y
acarician mi occipital.
Mi torturadora y salvadora.
Mi predadora y presa.
Mi demonio y mi Diosa…
Permíteme seguirte alimentando.
¡Ser tuyo y sólo tuyo!
Pertenecerte por completo y fundir mi
alma con tu oscuro ser que
visita mi habitación,
devorando poco a poco mi
consciencia y ser.
"Valakya Corp" "Frantic Mind"
oscuridad a mi alrededor.
Ofendida por un tenue halo de
luz lunar sobre el marco de
mi ventana.
Frío, el breve aire que entra
mueve con sensual cadencia
las cortinas en un vaivén erótico,
que eriza mi piel.
Esa tenue luz es eclipsada
por una oscura nube, trayendo l
a penumbra sobre la tierra.
Pasajera, esclava de la
voluntad de Eolo, regresa
luminosidad pálida sobre
mi ventana.
<---Segunda parte del texto ---> La seda de mi cortina corta
una silueta desnuda, para
recorrerla como si le causara
placer tocar ese cuerpo perfecto.
Rozando piernas, pechos, pezones.
Detrás, un par de ojos castaños.
Me miran con:
Deseo.
Lujuria.
Codicia.
Parpadeo, ya no está; sobre
mi mullida colcha veo su cuerpo
desnudo avanzar hacia mí.
Como una leona que caza al
antílope, su cuerpo se prepara
para el ataque.
La tersura de sus carnes
me cobija, me envuelve su saliva
para vestir mi cuerpo,
y ríos carmesíes corren en
mi espalda,
Creados por las dagas que
emergen de sus dedos.
El dolor arquea mi espalda,
me veo reflejado en sus ojos,
que no dejan esa avaricia.
Se posa sobre mí, su vagina
envuelve con su tibieza mi
virilidad; primero despacio,
aumentando el ritmo
poco a poco.
Sus labios recorren mi oído,
pavimentando con saliva
y labial un camino hacia
mi cuello.
Y muerde, fuerte, precisa; con
la experiencia de miles de años.
Hilos bermellón fluyen de
sus labios, mientras se alimenta
de mí.
Sus uñas se clavan con mayor
fuerza en mi espalda, causando
graves heridas.
Pensar en que termine, jamás.
El placer de la mordida es
sórdido, morboso.
Se alimenta de mí, funde mi
alma con la suya en una mortal caricia.
Separa sus labios, de soslayo
veo aquellas dagas afiladas
manchadas de grana, que brillan
como plata ante la luz lunar.
Mi cuerpo parece carecer de vida,
con su índice se causa una
herida, bajo su pezón; dejando
correr sangre, su sangre, con la
que alimenta como una madre lactando
a su bebe.
Sus manos recorren mi cuello y
acarician mi occipital.
Mi torturadora y salvadora.
Mi predadora y presa.
Mi demonio y mi Diosa…
Permíteme seguirte alimentando.
¡Ser tuyo y sólo tuyo!
Pertenecerte por completo y fundir mi
alma con tu oscuro ser que
visita mi habitación,
devorando poco a poco mi
consciencia y ser.
"Valakya Corp" "Frantic Mind"
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1 comentarios:
hola me gusta mucho todo sobre los vampire oja la ke ayga alguien ke le leta mucho todo sobre esto ser vampire es lo mas chido creoo bueno soy angel black.
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Gracias por comentar espero lo sigas haciendo